En general, las llamadas 'enfermedades mentales' por los médicos son la causa del 50% de la discapacidad laboral y vital y la depresión grave ocupa el puesto nº 5 entre las 10 causas principales de enfermedad. Durante los últimos 20 años, se ha demostrado la íntima conexión existente entre la salud mental y la física, y ya hasta la Organización Mundial de la Salud relacionaba la depresión con determinadas enfermedades físicas, señalando que nuestra salud psíquica (pensamientos, sentimientos, emociones, sensaciones, preocupaciones, etc.) influye directamente sobre nuestra salud física.
La depresión del estado de ánimo, (la depresión psíquica) enferma porque afecta al sistema inmune, provoca inmunodepresión y el sistema inmune es el encargado de la defensa del organismo ante infecciones sean externas o internas.
En general, cuando una persona está deprimida deja de cuidarse y a veces engorda muchos kilos porque se mueve poco y fuma o bebe en exceso... o mantiene relaciones sexuales de riesgo, para calmar la culpa o la angustia... o conduce de manera temeraria como buscando accidentarse o accidentar a alguien 'al primero que se le ponga por delante'... o no cumple los tratamientos médicos, diciendo que no le hacen efecto que para qué... todo, maneras de ir matándose... afectando a los que directamente le rodean
Alguien deprimido, es más propenso a las infecciones, los catarros, gripes, perturbaciones cardiovasculares, respiratorias, de la presión arterial, a las arritmias, a los problemas gastrointestinales, estreñimientos o las diarreas. Cualquiera de estas manifestaciones orgánicas en su cronificación, indican que seguramente hay depresión... y muchas veces también lleva al 'deprimido que no lo sabe' y puede pagarlo, de consulta médica en consulta médica, sometiéndose a diferentes estudios clínicos sin que el facultativo encuentre el originen del malestar del sujeto. De forma habitual en todos estos casos el diagnóstico de 'está usted deprimido', llega con retraso. Otro caso más de depresión enmascarada, que hace su debut en el sujeto enfermo 'como síntomas orgánicos' como dolores erráticos, ''ahora es aquí, pero estos días pasados era en este otro lado...'' y con una respuesta caprichosa a los analgésicos o medicamentos administrados.
La depresión, no siempre se expresa claramente, con los síntomas clásicos: insomnio, falta de apetito, tendencia al llanto, inapetencia sexual, anestesia afectiva, desinterés general,baja autoestima, autorreproches, etc., a veces, síntomas como palpitaciones, dolor o fuerte presión en el pecho, sensación de falta de aire, que parecerían ser síntomas del ataque de angustia, pueden ser signo de una depresión. También una frigidez o una impotencia pueden ser indicio de una depresión enmascarada, en tanto, hay una anestesia física localizada que responde a un único sentimiento, el del dolor psíquico. También algunas otras enfermedades orgánicas, como la aterosclerosis, pueden señalar una depresión, y de igual manera enfermedades más graves, como las enfermedades del corazón, el infarto, la angina de pecho o el cáncer, otra enfermedad grave que puede, y suele, estar precedida de depresión.
La ansiedad y la depresión ponen en marcha una cadena de alteraciones de las funciones endocrinas y de nuestro sistema inmunitario que hacen que al disminuir estas defensas aumente la propensión a enfermar: Los trastornos mentales afectan depresivamente al sistema inmunitario, facilitando la aparición de ciertas enfermedades muy graves que pueden producir una muerte prematura.
Si podemos tratar una depresión, a tiempo, podemos prevenir muchas enfermedades orgánicas. Ningún especialista duda hoy en día que detrás (y muy lejano en la memoria del paciente, y todos lo confirman) de un cáncer hubo una depresión, fuerte, que no fue tratada o fue mal-tratada: 'el tiempo lo cura todo' (eso es lo que creyó)
El ser humano, es un todo compuesto de psiquismo y cuerpo, y ambas partes no son separables.
La depresión, y la melancolía es una forma de depresión, sabemos que es un estado, que se caracteriza por una pérdida de interés por el mundo exterior, que las cosas que le proporcionaban placer dejan de resultarle placenteras, que no tiene ganas de comer, que le cuesta conciliar el sueño y que se reprocha constantemente cosas a sí mismo, que pierde el pudor de criticarse ante todo el mundo, aunque lo que diga sea cierto.
Por muchos caminos una persona puede llegar a una depresión, pero causas de la depresión... no hay más que una : la pérdida... una pérdida, el sentimiento de pérdida... se produce ante una pérdida, no necesariamente de un ser querido, amado... puede ser la de un ideal o de una ilusión.
El paciente creía que esa relación amorosa que tenía era perfecta y cuando descubre cosas en la pareja que no son como las imaginaba, eso, le hace perder ese ideal de amor.
El deprimido ha sufrido una pérdida, eso que amaba, eso en lo que creía, eso que esperaba... ha quedado destruido... y para no perder aquello que ya ha perdido, se identifica con ello... y lo padece.
Pero también se siente abandonado, y por ello tiene un sentimiento hostil, de rencor, así que no sólo ama lo que perdió sino que también lo odia y lo quiere matar (porque en el inconsciente la ley que rige es la ley del ojo por ojo... y la sentencia siempre es el aniquilamiento. Lo vemos claramente en el caso del deprimido suicida que al identificarse con el objeto perdido, en el intento de acabar con el otro (porque le abandonó…), acaba con él mismo... es decir, el deprimido suicida, se venga suicidando al otro, pero como está en su interior, por la identificación, mata al otro suicidándose.
En todo deprimido hay un deseo de venganza, y los reproches que aparentemente van dirigidos contra sí mismos: Soy un inútil, no sirvo para nada, etc., en realidad van dirigidos al objeto perdido (con el que está identificado), así que corregido, lo que dicen en realidad es: eres un inútil..., no sirves para nada.
Todo para no perder lo perdido, porque el deprimido no acepta la pérdida.
A veces, incluso, la persona no sabe exactamente lo que ha perdido, un ideal, una ilusión..., otras veces si, pero por no haberlo elaborado, no sabe lo que el otro, realmente, significaba para él, que función cumplía en su vida, de ahí que digamos que la pérdida es inconsciente siempre.
La depresión es una enfermedad sin rostro, precisamente porque tiene mil rostros. Aparece como síndrome del nido vacío, depresión subyacente en mujeres maduras cuando sus hijos se van de casa... pero es que se produce, sobre todo, en aquellas madres que han renunciado a su vida para dedicarse enteramente a sus hijos, y cuando estos se van, queda al descubierto una verdad... no tienen vida... y efectivamente es como si se les hubiera ido la vida, he ahí la pérdida, en la actual falta de sentido de su vida... y se abandonan... porque su vida ha perdido su sentido.
Ya hemos dicho: otra manera de suicidarse , ponerse en situación de riesgo de contraer enfermedades físicas potencialmente mortales: Siempre son los sujetos con depresión no tratada que degenera en enfermedad orgánica. Muchos de estos casos serían auténticamente los llamados “suicidios encubiertos”. Todos los suicidas estaban previamente deprimidos... pero no todos los deprimidos se suicidan, afortunadamente.
El psicoanálisis ha demostrado ser un tratamiento eficaz, si no el más eficaz, en estos casos, ya que ayuda al sujeto a producir una nueva vida sin aquello que ha perdido.
Hay que tener en cuenta que lo importante de lo que vemos es lo que no vemos. Lo que cuenta no es que no exista la posibilidad de sustituir, sino, justamente suponer que no exista tal posibilidad.
Por eso, frente a la idea de que si se cae en una depresión, ya es para siempre, recordamos, precisamente las palabras del maestro sobre psicoterapia: La terapia analítica ha sido creada para enfermos prolongadamente incapacitados para la vida