Para distinguir entre la técnica sugestiva y la analítica, nos vamos a servir de alguna de las fórmulas que respecto a las artes nos indicó Leonardo de Vinci. Una de las artes emplea la vía del poner y otra emplea la vía del quitar. La pintura opera sobre el lienzo poniendo colores donde antes no los había. La escultura, en cambio, procede quitando de la piedra la ‘masa que encubre la figura’ en ella contenida.
Idénticamente, la técnica sugestiva
actúa poniendo. No se preocupa del origen, la fuerza y el sentido de ‘los
síntomas’, les sobrepone algo ─una
sugestión─ lo bastante fuerte para impedir la exteriorización de la idea
patógena.
En cambio, la terapia analítica no quiere agregar ni introducir nada nuevo, al contrario quiere quitar, extraer, mientras investiga la génesis de los síntomas patológicos, las conexiones de la idea patógena que se propone hacer desaparecer.
Esta investigación nos ha procurado importantes conocimientos. por eso dice Freud, renuncié tempranamente a la técnica sugestiva y con ella a la hipnosis. Dudo mucho que la sugestión tenga la fuerza y la persistencia suficientes para garantizar una curación duradera. En todos los casos graves he visto desvanecerse pronto la sugestión sobrepuesta y reaparecer la enfermedad o una sustitución equivalente de la misma.
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